¿Qué es el feminicidio?
En el Código Penal Federal se establece que comete esta grave violación a los derechos humanos quien prive de la vida a una mujer por razones de género. De acuerdo al artículo 325 de la misma fuente, se considera que existen razones de género cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:
- “I. La víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo;
- II. A la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia;
- III. Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima;
- IV. Haya existido entre el activo y la víctima una relación sentimental, afectiva o de confianza;
- V. Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima;
- VI. La víctima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida;
- VII. El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público.”
¿Cuántas niñas y mujeres adolescentes han sido víctimas de feminicidio?
Las cifras de incidencia delictiva del fuero común 2015-2022 que publica el SESNSP demuestran que esta forma de violencia contra las mujeres de entre 0 y 17 años ha aumentado en el país: mientras en 2015 se registraron 50 incidentes de este delito contra niñas y adolescentes a nivel nacional, los feminicidios de niñas y adolescentes en México ascendieron a 111 en 2021 (un incremento de 122%). Lo anterior implica que mientras que en 2015 se reportaban 4 feminicidios de mujeres de 0 a 17 años cada mes en el país, para el año 2021, la cifra mensual de feminicidios de niñas y mujeres adolescentes en México se elevaba a 9.
La violencia feminicida con armas contra niñas y adolescentes también incrementó en el mismo periodo: cuando en 2015 se vieron 5 feminicidios con arma de fuego de mujeres de entre 0 y 17 años a nivel nacional, para 2021 se habían registrado 16 feminicidios de niñas y adolescentes con arma de fuego en el país. Los feminicidios con arma blanca también incrementaron a nivel nacional de 10 a 17 entre 2015 y 2021.
En total, de enero de 2015 a febrero de 2022 se han registrado 594 feminicidios de mujeres de entre 0 y 17 años en México, de los cuales 75 fueron con arma de fuego y 92 con arma blanca. De estos feminicidios contra niñas y mujeres adolescentes, 100 han tenido lugar en Estado de México, 54 en Veracruz y 46 en Jalisco; concentrándose en estas tres entidades uno de cada tres feminicidios de mujeres de entre 0 y 17 años registrados entre enero de 2015 y febrero de 2022 en el país.
Además, 37 feminicidios de mujeres de esta edad se registraron en Chiapas y 35 en Nuevo León durante el mismo periodo. Los feminicidios de mujeres de 0 a 17 años representaban el 10.1% del total de los feminicidios registrados en el país entre enero de 2015 y febrero de 2022.
¿Qué se puede hacer para reducir la incidencia del feminicidio de niñas y adolescentes?
En la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) realizamos actividades de incidencia política para promover que el Estado mexicano haga mayores esfuerzos para efectivamente prevenir, atender y restituir esta grave violación a los derechos de la infancia y la adolescencia. A continuación presentamos algunas recomendaciones que hemos generado para romper el ciclo de violencia contra niñas y adolescentes:
- A tres años de adoptada la iniciativa Spotlight, en materia de Avances legislativos en torno a la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres y niñas, ya fueron presentados cuatro paquetes de reformas sobre: niñas y niños en condición de orfandad por feminicidio; de feminicidio y feminicidio infantil; además, de incorporar la perspectiva de género en las responsabilidades administrativas y una más en materia de violencia familiar.
- Todas estas propuestas ya fueron enviadas a las comisiones correspondientes para su análisis y trámite legislativo y posteriormente, serán enviadas al pleno para su análisis y aprobación (ONU, 2021). Sin embargo, aún se necesita de mucho impulso e incidencia dentro del poder legislativo para que estas reformas puedan ser aprobadas, con el fin de que se impacte a un universo mucho mayor de leyes que puedan abonar a la protección de miles de niñas, adolescentes y mujeres en el país.
- Romper con el ciclo de la pobreza y la violencia es trabajar en contra de la estructura y el sistema patriarcal que ha permitido crear estereotipos y que continua justificando la violencia estructural que se ejerce en contra de las niñas y las adolescentes. Es necesario informar, no solo a la población, sino también a las personas funcionarias públicas, capacitándolas e incluyendo el enfoque de género en su quehacer diario, ya que el Estado es el responsable de garantizar y proteger los derechos de niñas y adolescentes.
- Asimismo, es necesario que los organismos y colegiados ya creados para atender estas problemáticas dentro del Gobierno federal, sean fortalecidos y reactivados. De igual manera, que se les dote de fuerza política y presupuesto suficiente para lograr que sus iniciativas, acciones y seguimiento a las mismas pueda tener un mayor alcance e impacto en las políticas públicas en favor de las niñas y las adolescentes y que, a su vez, los Colegiados instalados dentro del SIPINNA sesionen de manera periódica, en específico la COMPREVNNA.
- Como sociedad es necesario estar dispuestos a hacer un cambio cultural, así como muchas mujeres y hombres dentro de algunas comunidades indígenas, quienes están rompiendo el ciclo de comercialización y venta de niñas. Todas y todos podemos aportar rompiendo el ciclo de la violencia contra las niñas y las adolescentes.
Si quieres apoyarnos promoviendo que el Estado mexicano tome medidas más efectivas para prevenir, atender y restituir los feminicidios de niñas y adolescentes por favor visita nuestras redes sociales: facebook.com/derechosinfancia.org.mx.
¡Gracias!
Fuente: SESNSP, Incidencia Delictiva del Fuero Común (a febrero de 2022).