Desde 2020 es una realidad que en México y sus estados la edad mínima para contraer matrimonio es de 18 años. Sin embargo, las uniones tempranas de mujeres adolescentes han aumentado en el país durante los últimos años. En adición, ya desde 2015, el Comité de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas había expresado al Estado mexicano su preocupación por “la alta prevalencia de matrimonios de niñas y niños y por los casos reportados sobre matrimonio forzoso, especialmente de niñas que pertenecen a comunidades indígenas”.
¿Cuántas niñas y mujeres adolescentes indígenas en México viven casadas o unidas?
A la fecha no se han generado datos oficiales sobre la incidencia de matrimonios forzosos, aunque de acuerdo a cifras del Censo 2020 publicadas por INEGI, a nivel nacional, 27.8 mil mujeres indígenas adolescentes de entre 12 y 17 años se encontraban casadas o unidas en 2020. Lo anterior quería decir que, en México, 7.5% de las adolescentes indígenas vivían en esta condición durante 2020.
Este era un fenómeno que afectaba a las mujeres indígenas desde temprana edad: ya entre los 12 y 14 años, el 1.2% de las adolescentes indígenas en el país se encontraban casadas o unidas en 2020. Además, el matrimonio y la unión temprana aumentaban significativamente con la edad entre las adolescentes indígenas, ya que 13.9% de las mujeres indígenas de entre 15 y 17 en México se encontraban en esta condición durante el mismo año.
El matrimonio y la unión temprana de las mujeres en México también parecía ser un fenómeno más observado en poblaciones indígenas: durante 2020, el porcentaje de mujeres indígenas que se encontraban casadas o unidas entre los 12 y 17 años en el país (7.4%) representaba el doble del de la población femenina total en el mismo rango de edad (3.7%).
La anterior observación se mantenía desde la más temprana edad para la que se tiene registro (de los 12 a los 14 años, rango de edad en la que los porcentajes correspondientes eran de 1.2% entre las mujeres indígenas y 0.6% entre el total de la mujeres a nivel nacional) hasta el rango de edad de los 15 a 17 años, en que 13.9% de las mujeres indígenas del país se encontraban casadas o unidas, mientras el porcentaje correspondiente de la población femenina nacional en el mismo rango de edad era de 6.8%.
¿Dónde hay más niñas y mujeres adolescentes indígenas que viven casadas o unidas?
Sinaloa, Baja California Sur y Tamaulipas eran las entidades que presentaban un mayor porcentaje de mujeres indígenas de entre 12 y 17 años casadas o unidas en 2020. Únicamente en Sinaloa, 18.5% de las adolescentes indígenas en este rango de edad vivían en esta situación durante 2020. El mismo año, los estados en los que se concentraba una mayor cantidad de mujeres indígenas de 12 a 17 años casadas o unidas eran Chiapas, Oaxaca y Guerrero: en estas tres entidades habitaba la mitad de las adolescentes indígenas que se encontraban casadas o unidas en el país.
¿Qué cambios se observan en las niñas y mujeres adolescentes indígenas casadas o unidas?
En términos globales, el porcentaje de las mujeres indígenas de 12 a 17 años casadas o unidas en el país disminuyó 1.4% entre 2010 y 2020. Sin embargo, en el rango de edad de los 15 a los 17 años, el porcentaje de las adolescentes indígenas casadas o unidas aumentó ligeramente en México de 13.8% en 2010 a 13.9% en 2020. En contraste, el porcentaje de mujeres indígenas casadas o unidas de entre 12 y 14 años disminuyó a nivel nacional de 1.3% a 1.2% en el mismo periodo de tiempo.
A nivel estatal, estos cambios no han sido uniformes: en Coahuila el porcentaje de mujeres indígenas de entre 12 y 17 años que vivían casadas o en unión libre aumentó por más del doble entre 2010 y 2020, mientras que en Guanajuato y Tamaulipas se observaron incrementos de más del 30% en los porcentajes de mujeres indígenas del mismo rango de edad viviendo en esta condición durante los mismos años. En algunos estados, sin embargo, se dio un decremento más marcado en este mismo indicador: tal fue el caso de Zacatecas, donde el porcentaje de mujeres indígenas de 12 a 17 años que vivían casadas o en unión libre disminuyó de 20.9% en 2010 a 12.3% en 2020.
¿Qué podemos hacer para que menos niñas y adolescentes indígenas se vean afectadas por matrimonios y uniones tempranas?
En la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) creemos que una de las maneras de erradicar esta violación a los derechos de niñas y mujeres adolescentes consiste en que el Estado mexicano tome medidas más enérgicas para combatir el matrimonio forzado y la venta de niñas y mujeres adolescentes:
“Desde la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) nos vemos en la necesidad de recordar que la venta de personas – y las niñas lo son: sujetas de derechos, sin discriminación de ningún tipo– constituye una violación a los derechos humanos y un crimen que el Estado mexicano debe investigar y erradicar.”
“Condenamos la prevalencia de esta práctica que, bajo el argumento de los usos y costumbres de las comunidades indígenas, cosifica a niñas y adolescentes en diversas entidades del país, como en la zona de la Montaña de Guerrero, lo que constituye serias limitaciones a los derechos de la niñez.”
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Fuente: INEGI, Censo 2020.
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