¿Cuántas niñas, niños y adolescentes viven en situación de pobreza extrema en el país?

En la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes se establece que la infancia y la adolescencia tienen derecho a “vivir […] en condiciones que permitan su desarrollo, bienestar, crecimiento saludable y armonioso, tanto físico como mental, material, espiritual, ético, cultural y social” (LGDNNA, Art. 43). Este derecho se veía particularmente vulnerado en las personas de entre 0 y 17 años porque en 2020 una de cada 10 niñas niñas, niños y adolescentes en México (10.6%) vivían en situación de pobreza extrema, de acuerdo a cifras de la Medición de la pobreza 2018-2020 de CONEVAL. 

En su artículo 44, la misma ley determina que las autoridades deben coadyuvar a que quienes ejerzan la patria potestad, tutela o guarda y custodia de niñas, niños y adolescentes puedan proporcionar las condiciones de vida suficientes para su sano desarrollo. Sin embargo, en el periodo de 2018 a 2020 la pobreza extrema en la población de 0 a 17 años aumentó en 1.9 puntos porcentuales (de 8.7% a 10.6%) a nivel nacional. Como consecuencia, en México habían 3.9 millones de niñas, niños y adolescentes viviendo en condiciones de pobreza extrema en 2020; 537 mil más que durante 2018.

¿En qué lugares del país hay más niñas, niños y adolescentes que viven en situación de pobreza extrema?

Chiapas, Guerrero y Oaxaca eran las tres entidades con mayor porcentaje de personas de 0 a 17 años viviendo en situación de pobreza extrema durante 2020; en estas entidades más de una de cada cinco niñas, niños y adolescentes vivían en esta condición. Por su parte, Chiapas, Estado de México y Veracruz eran las entidades con mayores cantidades de niñas, niños y adolescentes viviendo en situación de pobreza extrema; en estas tres entidades se concentraba la tercera parte de las personas de 0 a 17 años que vivían en esta condición.

¿Dónde se observaron mayores cambios en la pobreza extrema de niñas, niños y adolescentes a nivel nacional?

De 2018 a 2020 hubieron tres entidades en las que el porcentaje de la pobreza extrema entre la población de 0 a 17 años aumentó en más de 5 puntos: Quintana Roo, Tlaxcala y Puebla. En total, en 27 de los 32 estados se registraron aumentos en el porcentaje de pobreza extrema infantil y adolescente durante el mismo periodo.

Además, en el Estado de México, Puebla y Ciudad de México se observaron los mayores incrementos en la cantidad de niñas, niños y adolescentes que vivían en situación de pobreza extrema entre 2018 y 2020; en estas tres entidades se reportó un aumento de 302,859 niñas, niños y adolescentes viviendo en situación de pobreza durante el mismo periodo.

¿Qué se puede hacer para ayudar a disminuir la pobreza extrema de niñas, niños y adolescentes en México?

La medición de la pobreza en México se realiza de una forma multidimensional que incluye información relacionada con el nivel de ingreso de la persona para cubrir sus necesidades alimentarias y/o no alimentarias, así como su acceso a derechos sociales como la alimentación, la salud, la educación, la seguridad social, la calidad y los espacios de vivienda y los servicios básicos en esta última. Por ello, el combate a la pobreza en México requiere de una estrategia multifactorial.

Más concretamente, se requiere disminuir el número y el porcentaje de niñas, niños y adolescentes que no tienen garantizado el ejercicio de tres o más de sus derechos para el desarrollo social (tienen tres o más carencias, de seis posibles, dentro del Índice de Privación Social) y, además, se encuentran por debajo de la línea de pobreza extrema por ingresos; esto último quiere decir que si hicieran uso de todo el ingreso disponible del hogar no podrían adquirir la canasta alimentaria.

Desde la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) promovemos una serie de medidas para que el estado Mexicano garantice los derechos sociales contemplados en la medición de la pobreza en el país y el nivel de bienestar en los hogares y las familias. Algunas de estas medidas son:

  • Para garantizar un ingreso suficiente, se deben diseñar mecanismos de apoyo que permitan costear las necesidades de las familias de las niñas, niños y adolescentes en México; sobre todo, en un contexto de vulnerabilidad con desempleo y bajos ingresos, como el llegado tras la pandemia. Para ello, se pueden crear programas de seguro de desempleo, empleo temporal, transferencias monetarias – condicionadas o no condicionadas– o programas de apoyo emergente.
  • Existe un mayor nivel de rezago educativo en primera infancia y en población indígena. Esta situación puede revertirse implementando distintas medidas: dotar a la experiencia escolar de sentido para la vida comunitaria y analizar si la asistencia implica gastos que se deban mitigar; generar atención hacia la importancia de asistir a la educación preescolar entre los padres y madres de menores de 5 años, así como de las necesidades que ésta atiende en la fundamental primera infancia; ofrecer mayor cantidad de becas educativas que prioricen la atención de población indígena; garantizar la disponibilidad de escuelas bilingües en todos los niveles educativos y vigilar que realmente se reciban las clases con pertinencia cultural y en lengua materna; sobre todo, durante los primeros años educativos como un mecanismo para garantizar y proteger derechos lingüísticos y de identidad cultural. 
  • También se identificó que existe una alta tasa de deserción escolar en población que debería asistir a nivel medio superior. Para inhibir que esta situación empeore, son necesarios mecanismos que cubran el costo de oportunidad de iniciar en la vida laboral, difundir información sobre el embarazo adolescente, e incentivar durante los años de educación secundaria los probables beneficios de continuar en la trayectoria educativa.
  • Se deben establecer mecanismos para acercar la oferta de servicios de salud y garantizar el acceso universal de la infancia y adolescencia a ellos, articulando enfoques adecuados culturalmente y respetuosos de la titularidad de derechos de niñas, niños y adolescentes. Una posibilidad es llevar caravanas periódicas, instalar centros temporales en localidades estratégicas y contar con la presencia de insumos médicos, médicos y enfermeras constantemente en los centros existentes.

Si quieres apoyarnos promoviendo que el estado Mexicano tome medidas para combatir de fondo la pobreza extrema de niñas, niños y adolescentes por favor visita nuestras redes sociales: https://www.facebook.com/derechosinfancia.org.mx

¡Gracias!

Fuente: CONEVAL, Medición de la pobreza 2018-2020.

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