México es signatario de la Convención sobre los Derechos del Niño, en cuyo artículo 24 se reconoce el derecho de niñas, niños y adolescentes “al disfrute del más alto nivel posible de salud y a servicios para el tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación de la salud” (CDN, Art. 24). Más aún, en el mismo artículo se mandata que “Los Estados Partes se esforzarán por asegurar que ningún niño sea privado de su derecho al disfrute de esos servicios sanitarios” (CDN, Art. 24).

En adición a esto, en el artículo 2 de este mismo instrumento se establece que “Los Estados Partes respetarán los derechos enunciados en la presente Convención y asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin distinción alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus representantes legales” (CDN, Art. 2).

¿Cuántas niñas, niños y adolescentes indígenas no tienen afiliación a servicios de salud en el país?

Sin embargo, pese a que México ratificó esta convención hace más de 30 años, de acuerdo a datos del Censo 2020 que publicó INEGI, en 2020, 323.8 mil personas indígenas de 3 a 17 años (163.9 mil mujeres y 159.9 mil hombres) no tenían afiliación a servicio de salud en el país; esto correspondía al 18.7% de la población indígena en dicho rango de edad. El mismo año, el porcentaje de niñas y mujeres adolescentes indígenas sin afiliación a servicio de salud era ligeramente mayor al de los niños y hombres adolescentes indígenas a nivel nacional (18.9% y 18.5% respectivamente).

¿Dónde hay más casos de niñas, niños y adolescentes indígenas sin afiliación a servicios de salud?

Ciudad de México, Zacatecas y Nuevo Léon eran las entidades con mayor porcentaje de personas indígenas de entre 3 y 17 años sin afiliación a servicio de salud en 2020. En la Ciudad de México, casi la mitad de la población infantil y adolescente indígena no contaba con afiliación a los servicios de salud (49%). Por otra parte, Chiapas, Oaxaca y Guerrero concentraban las mayores cantidades de niñas, niños y adolescentes indígenas en esta condición durante el mismo año; seis de cada 10 niñas, niños y adolescentes indígenas sin afiliación a servicios de salud en México habitaban en estas tres entidades.

¿Qué cambios se observan en las niñas, niños y adolescentes indígenas que no están afiliadas a servicios de salud?

De 2010 a 2020 se observan dos principales cambios a nivel nacional: por un lado, el porcentaje de la población infantil y adolescente indígena sin afiliación a servicios de salud disminuyó 56.1% (de 42.7% a 18.7%); por otra parte, el porcentaje de personas indígenas de 3 a 17 años sin afiliación a servicios de salud pasó de ser superior al de la población total a ser inferior a este (mientras en 2010 el porcentaje de niñas, niños y adolescentes indígenas sin afiliación a servicio de salud era 9.7 puntos porcentuales mayor al de la población total, en 2020 este porcentaje fue 6.1 puntos menor al último).

No obstante, el porcentaje de las niñas y mujeres indígenas sin afiliación a servicio de salud en México continuó siendo 0.4 puntos porcentuales superior al de los hombres indígenas de la misma edad en 2010 y 2020.

¿Qué se puede hacer para ayudar a aumentar el acceso a servicios de salud de la infancia y adolescencia indígena en México?

Para aumentar el acceso a servicios de salud de niñas, niños y adolescentes indígenas es necesario, entre otras cosas, partir de las necesidades de las distintas comunidades. Recientemente elaboramos un informe sobre la situación de los derechos de la infancia y la adolescencia en Chiapas, que concentraba a nivel nacional una de cada tres personas de 3 a 17 años indígenas sin afiliación a servicio de salud en 2020. Estas son algunas de las recomendaciones que generamos en dicho documento: 

  • Relacionado con el derecho a la salud es necesario articular estrategias para la prevención y la garantía. Por un lado, se deben diseñar campañas de comunicación en temas como: la importancia de los procesos de vacunación, la prevención de enfermedades respiratorias y diarreicas, y el embarazo adolescente. La información es clave para que las personas comprendan la magnitud de los problemas y decidan atenderse. Por otro lado, se debe establecer mecanismos para acercar la oferta de servicios de salud y garantizar el acceso universal de la infancia y adolescencia a ellos, articulando enfoques adecuados culturalmente y respetuosos de la titularidad de derechos de niñas, niños y adolescentes. 
  • Una posibilidad es llevar caravanas periódicas, instalar centros temporales en localidades estratégicas y contar con la presencia de insumos médicos, médicos y enfermeras constantemente en los centros existentes. Esto en constante diálogo con los saberes comunitarios de cuidados y medicina tradicional, para no incurrir en imposiciones culturalmente inadecuadas.
  • Se tiene que aumentar el acceso a los servicios de salud con especial énfasis en el primer nivel de atención y durante los primeros años de vida. Asimismo, se debe mejorar la distribución de la infraestructura en salud, priorizando a las comunidades rurales, indígenas y de difícil acceso geográfico.

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¡Gracias!

Fuente: INEGI, Censo 2020.

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