¿Cuántas niñas, niños y adolescentes viven en situación de pobreza en el país?

De acuerdo a los datos de la Medición de la pobreza 2018-2020 que publicó CONEVAL, entre 2018 y 2020 la pobreza en la población de 0 a 17 años aumentó 2.3 puntos porcentuales (de 50.3% a 52.6%) a nivel nacional. En el mismo periodo, la cantidad de niñas, niños y adolescentes en situación de pobreza disminuyó de 19.6 a 19.5 millones en el país. La discrepancia entre ambas cifras se debe a la reducción de la población total de niñas, niños y adolescentes en el periodo especificado.

¿En qué lugares del país hay más pobreza infantil y adolescente?

En Chiapas, Guerrero y Puebla se observaron mayores porcentajes de niñas, niños y adolescentes en situación de pobreza durante 2020. En contraste, en Baja California, Coahuila y Chihuahua se observaron los menores porcentajes. La diferencia entre los porcentajes correspondientes a Chiapas (82.7%) y Baja California (30.1%) era de 52.6 puntos porcentuales. Los estados con mayor cantidad de personas de 0 a 17 años en situación de pobreza eran Estado de México, Chiapas y Veracruz.

¿Dónde se observaron mayores cambios en la pobreza infantil y adolescente a nivel nacional?

En Quintana Roo, Baja California Sur y Tlaxcala se observaron los mayores aumentos en el porcentaje de niñas, niños y adolescentes en situación de pobreza entre 2018 y 2020. En contraste, en Nayarit, Sinaloa y Colima se observaron significativas disminuciones de la pobreza infantil en términos de porcentaje. El Estado de México, Jalisco y Quintana Roo fueron los tres estados en donde aumentó en mayor medida la cantidad de personas de 0 a 17 años en esta situación.

¿Qué se puede hacer para ayudar a disminuir la pobreza infantil y adolescente en México?

La medición de la pobreza en México se realiza de una forma multidimensional que incluye información relacionada con el nivel de ingreso de la persona para cubrir sus necesidades alimentarias y/o no alimentarias, así como su acceso a derechos sociales como la alimentación, la salud, la educación, la seguridad social, la calidad y los espacios de vivienda y los servicios básicos en esta última.

Por ello, el combate a la pobreza en México requiere de una estrategia multifactorial. Más concretamente, se necesita disminuir la cantidad y el porcentaje de las niñas, niños y adolescentes que no tienen garantizado el ejercicio de al menos uno de sus derechos para el desarrollo social, y cuyos ingresos del hogar son insuficientes para adquirir los bienes y servicios que se requieren para satisfacer sus necesidades.

Desde la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) promovemos una serie de medidas para que el estado Mexicano garantice los derechos sociales contemplados en la medición de la pobreza en el país y el nivel de bienestar en los hogares y las familias. Algunas de estas medidas son:

  • Para garantizar un ingreso suficiente, se deben diseñar mecanismos de apoyo que permitan costear las necesidades de las familias de las niñas, niños y adolescentes en México; sobre todo, en un contexto de vulnerabilidad con desempleo y bajos ingresos, como el llegado tras la pandemia. Para ello, se pueden crear programas de seguro de desempleo, empleo temporal, transferencias monetarias – condicionadas o no condicionadas– o programas de apoyo emergente.
  • Existe un mayor nivel de rezago educativo en primera infancia y en población indígena. Esta situación puede revertirse implementando distintas medidas: dotar a la experiencia escolar de sentido para la vida comunitaria y analizar si la asistencia implica gastos que se deban mitigar; generar atención hacia la importancia de asistir a la educación preescolar entre los padres y madres de menores de 5 años, así como de las necesidades que ésta atiende en la fundamental primera infancia; ofrecer mayor cantidad de becas educativas que prioricen la atención de población indígena; garantizar la disponibilidad de escuelas bilingües en todos los niveles educativos y vigilar que realmente se reciban las clases con pertinencia cultural y en lengua materna; sobre todo, durante los primeros años educativos como un mecanismo para garantizar y proteger derechos lingüísticos y de identidad cultural. 
  • Se deben establecer mecanismos para acercar la oferta de servicios de salud y garantizar el acceso universal de la infancia y adolescencia a ellos, articulando enfoques adecuados culturalmente y respetuosos de la titularidad de derechos de niñas, niños y adolescentes. Una posibilidad es llevar caravanas periódicas, instalar centros temporales en localidades estratégicas y contar con la presencia de insumos médicos, médicos y enfermeras constantemente en los centros existentes.

Si quieres apoyarnos promoviendo que el estado Mexicano tome medidas para combatir de fondo la pobreza de niñas, niños y adolescentes por favor visita nuestras redes sociales: https://www.facebook.com/derechosinfancia.org.mx

¡Gracias!

Fuente: CONEVAL, Medición de la pobreza 2018-2020.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *