En la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas se reconoce el derecho de la niñez “a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social” (CDN, Art. 32).

En adición, en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes se mandata que “Las autoridades federales, de las entidades federativas, municipales y de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México […] están obligadas a tomar las medidas necesarias para prevenir, atender y sancionar los casos en que niñas, niños o adolescentes se vean afectados por: […] V. El trabajo antes de la edad mínima de quince años […]”, así como “VI. El trabajo en adolescentes mayores de 15 años que pueda perjudicar su salud, su educación o impedir su desarrollo físico o mental, explotación laboral, las peores formas de trabajo infantil, así como el trabajo forzoso […]” (LGDNNA, Art. 47).

¿Cuántas niñas, niños y adolescentes están en condición de trabajo infantil en México?

De acuerdo a la ENTI 2019 de INEGI, 3.27 millones de personas de entre 5 y 17 años estaban en situación de trabajo infantil a nivel nacional durante 2019. Esto representaba el 11.5% de la población en dicho rango de edad. 38.9% de estas niñas, niños y adolescentes eran mujeres, mientras 61.1% eran hombres. 

¿Cuáles ocupaciones forman parte del trabajo infantil en México?

Durante 2019, la cifra oficial de trabajo infantil en México estuvo compuesta por dos principales grupos: las niñas, niños y adolescentes que realizaban una ocupación no permitida por la ley (2 millones de personas de 5 a 17 años) y la infancia y adolescencia que realizaba quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas (1.5 millones de personas). 

Las ocupaciones no permitidas, por su parte, podían ser de dos formas: los trabajos peligrosos que señala la ley (como los de la construcción, el sector agropecuario o aquellos que se llevan a cabo en bares), en los cuales se ocupaban 1.1 millones de niñas, niños y adolescentes, y las ocupaciones realizadas debajo de la edad mínima que establece la ley, que actualmente es de los 15 años: en total, 888.8 mil personas de entre 5 y 14 años laboraban bajo la edad mínima en el país.

En cuanto a los quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas, estos corresponden a actividades del hogar que se llevan a cabo en condiciones peligrosas o en horarios prolongados y que, por lo mismo, pueden afectar la salud o integridad física de quienes las realizan. 

¿Con qué situaciones está relacionado el trabajo infantil en México?

  • EDAD: Existen casos de trabajo infantil registrados desde los 5 años, sin embargo, el porcentaje de niñas, niños y adolescentes en situación de trabajo infantil aumenta con la edad: de 3.3% entre 5 y 9 años, a 11% entre 10 y 14 años, y hasta 25% entre 15 y 17 años. El trabajo infantil es por tanto un fenómeno que afecta a una de cada 10 niñas, niños y adolescentes y a una de cada cuatro personas adolescentes.
  • TAMAÑO DE LOCALIDAD: El trabajo infantil es un fenómeno que se observa desde las sierras y las costas hasta las calles de las ciudades más pobladas del país. Sin embargo, el porcentaje de las niñas, niños y adolescentes en situación de trabajo infantil es más elevado en las poblaciones rurales de menos de 2,500 habitantes (17.2%) que en las poblaciones urbanas de 2,500 o más habitantes (9.2%). Lo anterior se puede deber a que el principal sector en el que trabaja la población infantil y adolescente es el de las trabajadoras y los trabajadores de apoyo en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, caza y pesca.
  • ESCOLARIDAD DE JEFA / JEFE DEL HOGAR: Niñas, niños y adolescentes de todos los niveles de ingresos se ocupan en este país; sin embargo, el porcentaje de las personas de 5 a 17 años que se encuentran en situación de trabajo infantil es mayor entre quienes viven en hogares en los que la jefa o el jefe del hogar no tiene escolaridad o estudió hasta la primaria (15.7%) que entre quienes habitan en hogares en los que esta última estudió hasta la secundaria incompleta o más (8.5%). Lo anterior sugiere que parte del trabajo infantil en México puede estar teniendo lugar en hogares en los que no se garantizan plenamente los derechos de sus habitantes, como la educación que en ocasiones está relacionada con el empleo y el nivel de ingreso.
  • ENTIDAD: El trabajo infantil tiene lugar en todas las entidades del país, sin embargo, su porcentaje puede variar considerablemente: por ejemplo, mientras el 21.5% de la población de entre 5 y 17 años en Oaxaca se encontraba en situación de trabajo infantil en 2019, únicamente el 5.3% de las niñas, niños y adolescentes en Baja California se encontraban en esta situación. Las tres entidades donde se observaba mayor incidencia de trabajo infantil en México eran Oaxaca, Chiapas y Puebla.

¿Qué se puede hacer para ayudar a reducir el trabajo infantil en México?

El trabajo infantil es un fenómeno complejo y con muchas aristas: por un lado el 26.6% de las personas de 5 a 17 años trabajaban en 2019 por gusto o solo por ayudar, mientras otro 28.2% lo hacía porque el hogar necesitaba de su trabajo o su aportación económica.

Desde la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) promovemos que niñas, niños y adolescentes puedan realizar actividades que ellas mismas escogen para ayudarles en su desarrollo o contribuir al hogar, mientras que realizamos acciones de incidencia política para impulsar que el estado Mexicano cumpla con su obligación de erradicar lo que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) denomina trabajo infantil porque es una violación a los derechos de la infancia y adolescencia que entorpece su desarrollo y potencialmente produce daños físicos y psicológicos, así como las peores formas de trabajo, como la esclavitud, la trata de personas, la explotación sexual infantil y el trabajo forzoso.

Para ello promovemos que el estado Mexicano adopte medidas como las siguientes:

  • Atender las causas estructurales (educación, pobreza, alimentación, salud, vivienda), las cuales posibilitan la existencia del trabajo infantil y adolescente.
  • No criminalizar el trabajo infantil y adolescente de familias en contextos de supervivencia.
  • Establecer una coordinación entre las distintas instituciones federales y estatales que elimine las peores formas de trabajo infantil y adolescente.
  • Aumentar el presupuesto, número y capacitación de inspectores laborales de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) que supervisen y garanticen los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes.
  • Que la STPS a nivel federal y estatal realice inspecciones laborales en sectores productivos formales e informales sin previo aviso.
  • Abrir espacios de colaboración a la sociedad civil que facilite el acompañamiento a las instituciones gubernamentales.

Si quieres apoyarnos promoviendo que el estado Mexicano tome medidas para erradicar el trabajo infantil y las peores formas de trabajo por favor visita nuestras redes sociales: https://www.facebook.com/derechosinfancia.org.mx.

¡Gracias!

Fuentes: INEGI, MTI 2007-17, ENTI 2019.

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1 comentario

  1. Hola soy alumno de universidad y quería dejar una propuesta para abordar el trabajo infantil en situaciones de trabajo forzado:

    El trabajo infantil en situaciones de trabajo forzado es una violación grave de los derechos humanos y una forma extrema de explotación que requiere una acción urgente y decidida por parte de las autoridades competentes. Proponemos una serie de medidas destinadas a proteger a los niños vulnerables y garantizar su bienestar integral.

    En primer lugar, es necesario fortalecer los mecanismos de identificación y protección de los niños en riesgo de ser víctimas de trabajo forzado. Esto podría implicar la capacitación de profesionales de diversos sectores, como trabajadores sociales, educadores y personal de salud, para detectar signos de explotación y tomar medidas adecuadas para proteger a los niños afectados.

    Además, es fundamental fortalecer el sistema de justicia para garantizar que los responsables de explotar a niños sean llevados ante la justicia y sancionados de manera efectiva. Esto podría incluir la creación de unidades especializadas en delitos relacionados con el trabajo infantil dentro de las fiscalías y el fortalecimiento de la cooperación internacional para combatir la trata de personas.

    Por otro lado, es crucial ofrecer apoyo integral a los niños que han sido víctimas de trabajo forzado, incluyendo atención médica, asesoramiento psicológico, educación y oportunidades de reintegración social. Esto podría lograrse a través de la implementación de programas específicos diseñados para satisfacer las necesidades únicas de cada niño y garantizar su recuperación y desarrollo a largo plazo.

    En última instancia, es esencial abordar las causas subyacentes del trabajo infantil en situaciones de trabajo forzado, como la pobreza, la desigualdad y la falta de acceso a oportunidades educativas y laborales dignas. Esto podría implicar la implementación de políticas y programas dirigidos a mejorar las condiciones socioeconómicas de las familias vulnerables y promover el acceso universal a una educación de calidad.

    En resumen, esta propuesta busca abordar el trabajo infantil en situaciones de trabajo forzado desde una perspectiva integral y basada en los derechos humanos, priorizando la protección y el bienestar de los niños afectados. A través de medidas como la mejora de los mecanismos de identificación y protección, el fortalecimiento del sistema de justicia, la provisión de apoyo integral a las víctimas y la atención de las causas subyacentes, esperamos contribuir a la erradicación de esta forma de explotación en México.

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